El médico generalmente puede hacer el diagnóstico de la afección con base en la apariencia del área afectada. Se pueden requerir revisiones frecuentes del pulso, la presión arterial, la temperatura, la condición de la piel y la circulación con el fin de constatar que no haya complicaciones.
Si no se puede identificar la causa fácilmente, se puede llevar a cabo uno o más de los siguientes exámenes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario