jueves, 9 de mayo de 2013

FLEBITIS RETINIANA SEVERA EN BARTONELOSIS OCULAR


RESUMEN

Objetivo: orientar a a las personas acerca de esta enfermedad,ya que muchos desconocen esta patologia  y pueden preocuparse mas de lo normal,porque no tienen algo bien definido.Brindar una explicacion para que las personas entiendan los procedimientos y lo que tienen que tener en cuenta en un caso como este.  


Resultados/conclusiones: El diagnóstico clínico inicial fue confirmado por los resultados serológicos. El tratamiento con ciprofloxacino oral permitió la regresión de la flebitis y la neurorretinitis, quedando como secuela una palidez del disco óptico. Este caso ejemplifica la diversidad de manifestaciones oculares en esta enfermedad. Los autores recomiendan considerarla en el diagnóstico diferencial de los cuadros de uveítis posterior en edades jóvenes.

Palabras clave: Enfermedad por arañazo de gato,bartonelosis, neuroretinitis, 
periflebitis.


INTRODUCCIÓN

En la actualidad se reconoce al agente Bartonella henselae como el germen causante de la enfermedad por arañazo de gato, que constituye la primera causa de linfadenopatía regional en niños y adultos jóvenes. Dos tercios de los pacientes afectados tiene menos de 30 años y en el 92% de los casos existe una historia de contacto con gatos. Un 5-10% de los pacientes con esta enfermedad desarrollan complicaciones oculares, incluyendo el síndrome oculoglandular de Parinaud (conjuntivitis y linfadenopatía), uveítis anterior o intermedia, neurorretinitis o retinocoroiditis focal (1). Presentamos una forma atípica de bartonelosis ocular en la que destaca la existencia de una flebitis retiniana severa asociada a la neurorretinitis que caracteriza el cuadro clínico.
CASO CLÍNICO
Varón de 34 años de edad acudió al Servicio de Urgencias de nuestro centro por un cuadro de pérdida visual no dolorosa en su ojo izquierdo (OI) de 3 días de evolución. Como antecedentes personales relevantes refería haber presentado un episodio febril en los días previos, así como tener dos gatos pequeños en casa. La agudeza visual era de 1 en el ojo derecho (OD) y 0,1 en OI. La exploración del segmento anterior y la presión ocular eran normales en AO. En el OI existía un defecto pupilar aferente. La exploración del fondo de ojo fue normal en OD y en OI destacaba la existencia de un edema del disco óptico asociado a un desprendimiento seroso del neuroepitelio en el polo posterior y a una zona extensa de periflebitis en las arcadas temporal y nasal inferior (fig. 1). La angiografía fluoresceínica (AFG) reveló una exudación progresiva con tinción tardía del area de la flebitis retiniana y del disco óptico (fig. 2). La exploración sistémica realizada fue irrelevante.



Se realizó un hemograma y una bioquímica básica, así como diversos tests serológicos y radiografía de tórax. El hemograma mostró una leucocitosis (16.000/mm3) con un 80% de neutrófilos. La velocidad de sedimentación globular fue de 30 mm en la primera hora y la proteína C reactiva de 12,6 mg/L. Los anticuerpos antinucleares, la radiografía de tórax y el Mantoux fueron negativos. No se realizó determinación de HLA. Las serologías para borrelia, toxoplasma, lues, brucela y toxocara fueron también negativas. Se registraron títulos positivos de IgM frente a Bartonella henselae por ELISA a una dilución de 1:64.
El paciente recibió tratamiento con ciprofloxacino oral durante 3 semanas a dosis de 500 mg/12 h, sin tratamiento antiinflamatorio asociado. Se objetivó una regresión de la inflamación a nivel del nervio óptico, retina y vasos, con una mejoría visual evidente hasta 20/40 a los 2 meses de evolución. La exploración oftalmoscópica mostraba una palidez del disco óptico, exudados intrarretinianos en el área nasal, así como una maculopatía residual, con desaparición de la zona de envainamiento vascular (fig. 3). A los 6 meses, la agudeza visual era de 20/30, la zona de exudados había desaparecido, persistiendo únicamente la palidez papilar y una atenuación del calibre vascular en la zona de la periflebitis.
 

Fig. 3. A los 2 meses de seguimiento se observó una palidez del disco  
óptico asociado a una maculopatía residual, con ausencia de  
envainamiento vascular y exudados intrarretinianos en el sector nasal. 

 

Fig. 4. A los 6 meses, existía una palidez del disco con una  
atenuación del calibre vascular, sin exudados ni otras alteraciones  
en el polo posterior. 



DISCUSIÓN

Las complicaciones oculares típicamente asociadas a la enfermedad por arañazo de gato son el síndrome oculoglandular de Parinaud, la neurorretinitis y la retinocoroiditis focal (1). Otros hallazgos oculares descritos asociados a este síndrome son la presencia de hemorragias en la capa de fibras nerviosas, exudados algodonosos, exudados maculares en estrella, inflamación vítrea, oclusiones vasculares y vasculitis obliterativa (2). Presentamos un caso atípico de flebitis retiniana severa y neurorretinitis por Bartonella henselae.
Este caso de bartonelosis ocular que debutó con neurorretinitis y flebitis severa apoya los estudios experimentales realizados que demuestran que Bartonella henselae a menudo coloniza e infecta las células endoteliales vasculares (3) y ejemplifica la gran diversidad de manifestaciones oculares de la infección sistémica por Bartonella henselae. El diagnóstico de este síndrome se basa el reconocimiento de los signos clínicos sugestivos, historia de exposición a gatos y serología positiva frente a Bartonella henselae, aunque estos tests a menudo ofrecen resultados inconsistentes debido a la gran variabilidad entre especies. En estos casos, la reacción en cadena de la Polimerasa (PCR) podría ser un método diagnóstico de gran valor (4). En cuanto al tratamiento, en general se considera esta enfermedad como autolimitada en individuos inmunocompetentes, aconsejándose el tratamiento cuando existe grave amenaza visual o inmunodepresión. Se han empleado tetraciclinas, macrólidos y ciprofloxacino, asociados o no a esteroides, en el tratamiento de esta entidad (5).
Debido a las numerosas manifestaciones retinianas publicadas en la bartonelosis ocular y a su creciente incidencia, los autores recomiendan considerarla en el diagnóstico diferencial de las uveítis posteriores, especialmente en aquellas con papilitis o neurorretinitis y vasculitis en las que el despistaje inicial haya sido negativo.




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